( Bajar de peso y dieta ) Dietas de moda. Crítica a las promesas milagrosas

La estética ha dejado de ser monopolio de las mujeres. Los hombres también quieren lucir bien y no dudan en consultar para obtener un mejor estado físico. Las dietas de moda circulan con soluciones mágicas que dicen resolver el problema a la brevedad, descuidando el hecho que en muchos casos se trata de una enfermedad, la obesidad, y por lo tanto debe ser tratada con seriedad. La salud no tiene precio y tampoco es un acto de magia.

A lo largo del tiempo, los modelos van cambiando y, lo que era ideal en el Renacimiento, está lejos de ser aceptado socialmente en este siglo. Hombres y mujeres no dudan a la hora de optar por productos light y largas horas de gimnasio.

Una amplia información es la que circula sobre cómo liberarse de la pesadilla de la gordura. En general, son recetas mágicas que prometen resultados increíbles en muy corto tiempo; pero luego de varios intentos y sin conseguir el tan ansiado logro, los “dietantes” pierden las esperanzas, hasta que aparece una nueva alternativa milagrosa.

El charlatanerismo prolifera cada vez más, basándose en dietas absurdas y promesas de curación definitiva.

Es un negocio, y se basa en la falta de lectura crítica y en la credulidad popular, pero lo que ofrece es tentador y quién no intentó alguna vez las famosas dietas de la Luna, la Sopa, la Fuerza Aérea, la Disociada, etcétera.

Para comenzar a hablar seriamente, habría que distinguir entre Sobrepeso y Obesidad.

El Sobrepeso, tiene que ver con esos kilitos de más que molestan y, por lo general constituyen un problema estético, no hacen más que impedirnos usar un pantalón ajustado o tener que correr un botón más del cinturón.

El remedio es sencillo: intentar comer de forma más ordenada, tratando de evitar aquellos alimentos de alto valor calórico, pero sin sufrir grandes privaciones. Realizar actividad física y si es posible consultar a un nutricionista con el fin de obtener la información adecuada para lograr una alimentación balanceada.

El objetivo: sentirse bien, y alcanzar el Peso Ideal, que no es aquel que marcan las tablas o las fórmulas, sino el que nos permitirá llegar a una mayor longevidad con una mejor calidad de vida.

Por otro lado está la Obesidad, que es una enfermedad, pues acorta la expectativa de vida y provoca, complica o agrava otras enfermedades como Hipertensión, Diabetes, Aterosclerosis, Insuficiencia cardíaca, Cáncer de mama, de cólon, etcétera.

La Obesidad es el incremento generalizado y excesivo de grasa corporal, cuya causa no debe ser minimizada al solo hecho de creer que “gordo” es aquel que come mucho. No es únicamente un concepto de entradas y salidas; el organismo tiene mecanismos reguladores, y lo más probable es que estén alterados.

Pero no todos los obesos son iguales. Algunos llegan a esa condición por comer grandes cantidades de alimentos (aunque son los menos) y otros tienen factores genéticos, familiares, psíquicos y metabólicos que los predisponen a esa situación.

Por lo tanto es una enfermedad y bastante compleja, como lo es también su tratamiento, que para que sea exitoso debe ser adecuado y “adaptado” a cada caso en particular; siendo a veces necesario su abordaje interdisciplinario.

Mucho es lo que se podría hablar de este tema pero, resumiendo: una dieta prefabricada, general y adaptable a cualquier persona no es más que un producto para vender. Está en cada uno analizar la situación para evitar frustraciones futuras.

No debemos olvidar que se trata de la Salud y así como no se busca en revistas el remedio para la presión, tampoco debería hacerse en este caso.

Sin embargo, no debemos dejarnos llevar por los consejos de quienes ven en el que es, o se siente gordo, un negocio inagotable. ¿O acaso alguna vez las famosas DIETAS DE MODA dieron resultados válidos y duraderos?

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