Cómo limpiar y cocinar calamares
La limpieza de los calamares no es una tarea tan complicada como pueda parecer y asegura un producto listo para cocinar de distintas maneras
Los calamares tienen un cuerpo musculoso en forma de bolsa y unas aletas triangulares que ocupan la parte inferior del cuerpo. Para poder limpiarlos, hay que quitar los tentáculos, ojos, boca y aparato digestivo que van unidos a la cabeza. Para ello, tiramos suavemente hacia arriba introduciendo un dedo dentro del cuerpo del calamar para separar las vísceras, y apartamos los tentáculos, que reservaremos cortando a la altura de los ojos.
Con cuidado retiramos la bolsa de tinta que está entre las barbas tirando por su extremo más fino, que también podemos reservar. Separamos las alas y el cuerpo bajo el chorro de agua fría y reservamos junto con los tentáculos. A éstos hay que retirarles una especie de arenilla que se desprende fácilmente frotando entre ellos.
Quitamos toda la piel oscura que los recubre con la ayuda de un poco de agua y los retiramos, tirando hacia afuera la pluma, que es la parte dura y plana que está dentro del cuerpo y la que da forma. Posteriormente, damos la vuelta a la bolsa del cuerpo como si fuera un guante y lavamos bien retirando el resto de vísceras. Finalmente, secamos los calamares con un trapo limpio y ya están preparados para condimentar y cocinar.
Cocinar calamares
Dependiendo el uso que vayamos hacer de los calamares, los trocearemos en tiras o los dejaremos enteros para rellenar. Si la opción es hacer calamares rellenos, hay que tener en cuenta que se encogen al guisarlos, por lo que no se deben rellenar totalmente, sino un poco más de la mitad. En caso contrario, el relleno puede desparramarse. Asimismo, es conveniente cerrarlos con un palillo por la parte superior y, una vez cocinados, retirarlos.
Una de las maneras más habituales de consumo es en salsa negra, aunque también pueden hacerse troceados y fritos, enharinados o rebozados con una pasta 'orly', conocidos como calamares a la romana o rabas. También son muy preciados cocinados enteros a la plancha o a la parrilla, en arroz o guisados con salsas marinera y ligeramente tomatadas.
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Trucos de cocina
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