
Ingredientes:
8 cucharadas soperas de agua
150 gr de almendras garrapiñadas
6 cucharadas soperas de azúcar
2 claras de huevo a punto de nieve
6 hojas de gelatina finas
1/2 litro de leche
1 cucharada sopera rasa de maicena
300 gr de nata montada
100 gr de pastas de almendras muy secas y picadas no muy finas
1 pellizquito de sal
salsa de chocolate (hecha en casa o de la que venden ya preparada)
vainilla en polvo o en gotas
5 yemas de huevo
Preparación:
Pon en un cazo pequeño las cucharadas de agua y las hojas de gelatina cortadas en trocitos. Calienta un poco el agua (sin que llegue a cocer, pues le daría mal sabor) y dale vueltas con una cuchara para que se deshagan bien.
En otro cazo pon la leche con tres cucharadas soperas de azúcar y la vainilla a fuego mediano.
Aparte, en un tazón pon las yemas con la cucharada de maicena y las tres cucharadas de azúcar. Bate bien, y cuando la leche esté a punto de cocer, ve añadiéndola en el tazón muy poco a poco (para que no se corten las yemas) y después, cuando esté lleno el tazón, viértelo en el cazo de la leche. Remueve con una cuchara de madera sin parar hasta que espese bien, pero sin que apenas cueza. Retíralo del fuego y, pasados cinco minutos, ve añadiendo la gelatina disuelta y no demasiado caliente. Bate bien y añade entonces las almendras garrapiñadas, previamente molidas gruesas.
Mete el cazo con todo ello en agua fría y dale vueltas hasta que las natillas estén frías. Bate las claras con un pellizquito de sal a punto de nieve fuerte y mézclalas con 250 gramos de nata. Agrega entonces la mezcla y bate con las varillas manuales.
Reparte esta mezcla en vasos o moldes de cristal previamente enjuagados con agua fresca y bien escurridos y mételos en la nevera al menos cuatro horas antes de servir, para que cuaje. En el momento de servir decóralos con un montoncito de nata y un chorrito de salsa de chocolate.
Vía | Hola
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