Cocinar con vino


•Los vinos intensifican el sabor de los platos además de ayudar a los alimentos a soltar sabores que, sin su ayuda, no soltarían.

•Es importante elegir un vino de calidad. Esto no quiere decir que tiene que ser un vino caro, pero sí uno que tomarías - y disfrutarías - en una copa. Los vinos que se venden "para cocinar" amenudo llevan sal como conservante - algo que hay que tener en cuenta en el momento de sazonar tu receta

•Vino tinto: Para carne roja, el vino tinto suele ser la mejor opción. Un vino tinto con cuerpo tipo Merlot. Para salsas de tomate, para pasta o pizza, una buena opción es un vino más ligero y afrutado. Para un guiso, atrévete con un chorro de oporto, sobre todo un guiso de cordero o cerdo.

•Vino blanco: Utilizar vino blanco para cocinar salsas cremosos para pescado y para cocinar platos de ave, conejo y cerdo. Si mezclas un poco de vino blanco seco en una sartén con mantequilla fundida, perejil un poco de piel rallada de limón, tendrás una salsa rápida y deliciosa para acompañar a un filete de pollo o pescado a la plancha. Elige un vino seco para sopas de pescado y platos de marisco, y vino blanco dulce para postres.

•Evita cocinar con vino en sartenes o ollas de aluminio ya que el vino puede dañar el recipiente

•Después de añadir el vino a una receta, debes esperar unos 10 minutos hasta probarlo, porque el vino necesita estar al fuego lento un tiempo para aportar a la comida el sabor deseado

•Si después de hacer la receta te sobra algo de vino, pero no suficiente para justificar que se guarde la botella, llenar una cubitera con las sobras y congelar para utilizar en el futuro.

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